Culiacán, Sinaloa.- Héctor Melesio Cuén Ojeda aseveró que, desde nuestro punto de vista, las universidades públicas si están siendo objeto de una política de agresión en donde se busca afectar la autonomía universitaria.
Un ejemplo claro de ello es “cuando se aprobó la nueva reforma educativa, en un principio cuando llegó la iniciativa, se les olvido poner, plasmar lo que es la fracción séptima del tercero constitucional donde viene lo de la autonomía universitaria, se tuvo que hacer un reclamo para que esto se plasmara de nueva cuenta”.
Otro ejemplo es la Universidad Autónoma de Nayarit, que con la ayuda del gobernador sátrapa que tienen en esa entidad federativa prácticamente cambiaron la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma de Nayarit, sin consultar a la comunidad universitaria violando lo que es su autonomía, de tal manera que esto se puede repetir en varias universidades.
Hay que recordar que en Sinaloa hay 4 iniciativas de esta naturaleza en el Congreso del Estado, esperando que cuando esto se discuta en comisiones se lleve primeramente a una consulta a la comunidad universitaria sinaloense.
Lo que pasó con respecto a la Universidad Nacional Autónoma de México, donde un diputado presenta una iniciativa de una nueva Ley Orgánica, donde prácticamente toca lo relacionado con el nombramiento de las autoridades universitarias, cambiando radicalmente todo, y de nueva cuenta sin consulta a la comunidad universitaria de la UNAM está violando la autonomía. “Afortunadamente salió el rector de la UNAM con un reclamo fuerte hacia la Cámara Beja de Diputados, y dieron marcha atrás a esa iniciativa”.
Cuén Ojeda aseveró que cuando quieren dañar a las universidades sueltan la versión de que por el hecho de tener autonomía, las instituciones se niegan a ser parte de la transparencia y rendición de cuentas, lo que no es así, el hecho de que una institución educativa tenga autonomía, va por delante la voluntad de ser transparente y de que se le apliquen las auditorías necesarias, ejemplo de ello son las auditorías aplicadas por la Auditoría Superior de la Federación y la del Estado.
La autonomía de las universidades debe de respetarse, han sido un logro que incluso ha costado vidas de estudiantes y maestros que han luchado por este concepto.
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