De algo que no hay duda, es que al gobernador Quirino Ordaz Coppel le gusta estar en los primeros lugares en todo.
Por un lado, la reconocida encuestadora “Consulta Mitofsky”, en su última evaluación nacional de mandatarios estatales, lo coloca este mes —marzo— en el lugar número uno. Porcentaje de aprobación de su gobierno que asciende al 69.4 logrado entre enero y febrero de 2021.
En Sinaloa, de acuerdo a la opinión de varios columnistas en política y el ojo crítico ciudadano, también se le empieza a ubicar al mandatario como el «impulsor número uno» (“number one”) en las estrategias que se ejecutan en la coalición opositora “Va por Sinaloa” de cara al próximo 6 de junio.
Definitivamente, se podría decir que la pasión política desbordó al gobernador sinaloense; por lo que a partir de hoy seguramente cada uno de sus movimientos lo mantendrán en la mira ciudadana y de algunos reflectores mediáticos, en aras de una óptica legal a la que hubiera cabida en función de su futuro inmediato.
Recordemos que apenas el pasado 23 de febrero en su conferencia matutina (mañanera), el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, anunció que envió una carta dirigida a cada uno de los 32 mandatarios estatales del país, proponiendo un acuerdo nacional por la democracia para no intervenir en los procesos electorales que ahora se desarrollan.
No obstante todo lo anterior, de arrancada, a Ordaz Coppel le trascendió y se documentó en diversos medios de comunicación que el destape del abanderado de la tripartidista coalición opositora PRI, PAN, PRD, aconteció en la propia residencia del mandatario estatal en la capital des estado.
En ese sentido, y en el contexto del urbano acto político, se le marca como la primera raya al tigre, donde a todas luces está metiendo las manos en procesos estrictamente partidistas; al grado de ser señalado como el protagonista principal de la candidatura de Mario Zamora Gastélum, junto con Alejandro Moreno Cárdenas dirigente nacional del PRI.
Aunque seguro sea, que el primer priísta sinaloense en lo sucesivo se estará cuidando rigurosamente de una investigación por parte de la UIF, de la Fiscalía General de la República, así como del SAT, instrumentos con los que se mantiene a raya desde la Federación a los gobernadores, también es de considerar que el intervenir en su calidad de funcionarios públicos en materia electoral fue elevado en la Constitución Política a delito grave.
Sin querer ser sensacionalistas y entendamos que el acuerdo nacional por la democracia propuesto por AMLO, se refiere a temas como: no permitir la intervención de los gobiernos, que no se apoye a candidatos con presupuesto público, se denuncie a quienes reciban dinero de la delincuencia organizada o de cuello blanco, entre otros, las equivocadas señales aquí expuestas, pudieran ser las primeras de muchas que pudieran venir.
A su vez, hay que recalcar que en relación a este asunto, son, y deberán ser principalmente quienes detentan el poder en cualquier nivel, quienes deberán respetar y hacer respetar la ley en materia electoral como una obligación de todo gobernante demócrata.
Finamente, creemos que el gobernador Quirino Ordaz debería por salud propia, incluso, más allá, y al menos en esta ocasión dejar pasar la recta para buscar por los medios a su alcance, tratar de no figurar en un papel protagónico en decisiones partidistas, mucho menos electorales y con ello asegurar no quedar enredado en algún problema legal al momento de su partida.
El próximo viernes se anuncia la visita del ejecutivo federal López Obrador a Culiacán, a ver qué dice. Muy pendientes.
Tan sencillo como: “zapatero a tus zapatos”, ¿¡qué no!?
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