CIUDAD DE MÉXICO.- La seguridad en la Nascar Sprint Cup ha mejorado de forma importante en los últimos años y en especial desde la muerte de Dale Earnhardt, en Daytona.
La competencia de la noche del domingo quedó cerca de una tragedia cuando el piloto Austin Dillon impactó en la reja de contención del óvalo de Daytona en la parte final de la carrera.
Denny Hamlin, Kevin Harvick, Jeff Gordon y Dillon se vieron involucrados en el incidente. El coche de Dillon voló e impactó, dañando la malla de seguridad así como lesionando a más de 15 personas, las cuales han sido reportadas que están fuera de peligro.
“En realidad algo así no es aceptable, no creo”, dijo Dillon a los periodistas después de salir del centro de atención. “Tenemos que averiguar qué sucedió. Nuestras velocidades eran demasiado altas. Creo que podríamos conseguir carreras más interesantes con menos velocidad. Estamos trabajando duro para hacer buenas competencias y espero que los aficionados aprecien eso”, indicó Dillon, quien salió caminando luego de que su vehículo quedó volteado y con el techo sobre el suelo.
El impacto fue de tal magnitud que la caja de cambios y el motor quedaron separados del coche.
“Tengo algo de dolor, pero el coxis y el brazo están bastante bien”, agregó el competidor, quien recibió la asistencia inmediata de varios mecánicos de diversos equipos, que corrieron desde el carril de fosos a brindarle auxilio.
Mientras esto sucedía, la victoria de la competencia quedó en manos de Dale Earnhardt Jr., integrante del equipo Hendricks Motorsport.
Earnhardt Jr. lideró 96 de las 161 vueltas y logró el giro más rápido al óvalo de 2.5 millas con un promedio de velocidad de 200 millas por hora, en 45 segundos.
Jimmie Johnson, compañero de equipo del ganador terminó en segundo lugar, seguido de Denny Hamlin y los compañeros de equipo en Stewart-Haas Racing, Kevin Harvick y Kurt Busch, quienes completaron las primeras cinco posiciones de la prueba que inició con tres horas de retraso.
Información: Excélsior
