CIUDAD DE MÉXICO.- El rescate del joven que cayó el domingo por la tarde de una trajinera en el canal de Nativitas al hallarse en aparente estado de ebriedad, se prolongó por aproximadamente 12 horas, el cuerpo fue localizado a más de un kilómetro de distancia, sobre la corriente del Canal Nacional.
El jefe de la policía capitalina, Jesús Orta Martínez admitió que no existen los debidos protocolos de Protección Civil para atender estas emergencias y también que en ese momento no se encontraba cerca una unidad de la Policía Ribereña.
Sí hay elementos, están recorriendo los canales de una manera constante, en este caso en particular en donde se dio ese hecho, no estaba cerca una unidad de la (Policía) Ribereña, una lancha, ya se dan cuenta hasta después, cuando no lo encontraban y es cuando inician las labores de búsqueda.
Hay que reforzar medidas de control, sobre todo, en el tema de bebidas alcohólicas y por parte del tema de seguridad y Protección Civil establecer protocolos de atención más rápidos, aquí en estos casos siempre hay situaciones que se pueden prevenir, si tenemos protocolos de actuación más eficientes”, declaró Orta Martínez a la salida de la reunión de gabinete.
En un video que circula en redes sociales se observa el momento en que el joven cae al canal y ya no emerge en ningún momento, segundos después se ve a un joven que nada para tratar de buscarlo y luego con una viga con las que impulsan las trajineras tratan de localizarlo en la zona de los canales.
A principios de abril, Excélsior documentó las fiestas que se llevan a cabo en las trajineras donde menores de edad consumen alcohol sin ningún tipo de restricción.
En ese momento, se constató que, para llevar a cabo estas fiestas, los organizadores (en promedio de cinco a 10) arman una red de “conocidos” en páginas de Facebook, quienes son estudiantes y a quienes les envían la invitación y luego se va corriendo la voz.
Además, ya tienen un acuerdo con los responsables de las trajineras a quienes en promedio les pagan de 700 a 800 pesos por un paseo promedio de dos horas que se puede alargar hasta tres, donde está incluida una bocina con bluetooth.
Por cada grupo pueden viajar no más de 21 jóvenes, cuando el grupo es numeroso, llegan a “amarrar” hasta tres trajineras para ir todos juntos
Por este viaje, cada asistente debe pagar un cover de 80 pesos. La comida y bebida ilimitada es responsabilidad de los asistentes.
Anteriormente, en este tipo de viajes masivos, se amarraban hasta seis trajineras, pero por el sobrepeso se hundían u ocurrían accidentes como el fallecimiento de un joven hace unos años.
Al llegar al estacionamiento nos vamos agrupando, en ese momento el organizador saca una pancarta con el nombre de la preparatoria y ya cuando se junta mucha gente nos cobra 80 pesos y nos marca en un brazo con un plumón y vamos subiendo a la traja, cada quien lleva lo que va a tomar en el viaje”, dijo Alberto, un estudiante de preparatoria que ha acudido a cinco fiestas de este tipo y hoy asistirá nuevamente, luego que la semana se canceló la fiesta.
Durante el recorrido, según Alberto, se pueden suscitar asaltos, ya que se filtran ladrones, quienes en pleno canal cometen el atraco amagando a sus víctimas con armas punzocortantes y al hacer una parada en alguna chinampa o jardín para acudir al sanitario o comprar más bebida huyen sin que nadie les diga nada.
También estos viajes, son aprovechados por distribuidores de droga, en su mayoría también estudiantes que venden dosis a los jóvenes.
Los mismos chavos que son estudiantes, ya son conocidos por todos, comienzan a venderla, ya sea por bolsitas o dosis de coca que ofertan en una llave pequeña por 20 pesos”, relató este estudiante
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