Durante una audiencia en el Senado, un funcionario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) advirtió sobre una amenaza emergente. El posible uso de drones por parte de cárteles mexicanos para actividades criminales, como el tráfico de drogas o incluso ataques contra objetivos en Estados Unidos.
Steven Willoughby, responsable del programa antidrones del DHS, declaró que existe “una posibilidad real” de que los grupos del crimen organizado utilicen esta tecnología con fines ilícitos. Aunque evitó dar detalles específicos por motivos de seguridad, prometió compartir más información una vez que el departamento cuente con datos concluyentes.

“El uso de drones por parte de los cárteles ya no es ciencia ficción; es una brecha de seguridad que debemos cerrar”. Esto afirmó por su parte el senador republicano Eric Schmitt, quien urgió a tomar medidas para frenar esta tendencia.
La preocupación no es nueva. En 2023, las autoridades mexicanas decomisaron más de 500 drones relacionados con el narcotráfico. Algunos de estos aparatos tenían la capacidad de transportar hasta 10 kilogramos de droga, lo que los convierte en herramientas potencialmente muy peligrosas.
Ante este panorama, el DHS se comprometió a presentar un plan actualizado en los próximos meses. Entre las acciones que se están considerando se encuentra el fortalecimiento de la regulación sobre la venta de drones, el aumento del monitoreo aéreo en zonas fronterizas y el desarrollo de tecnologías capaces de interceptar o desactivar drones no autorizados.
La administración estadounidense considera que esta amenaza requiere coordinación binacional y tecnológica para evitar que los cárteles sigan innovando en sus métodos de operación.
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