El legendario y encumbrado grupo político que por años ha “hecho y deshecho” en la política no solo local—en Salvador Alvarado—, sino que también a nivel estatal y federal, para este 2021 de forma repentina decidieron participar en lo que pudieran ser las postrimerías de su existencia; y que a través de la candidatura de la ex alcaldesa Liliana Cárdenas Valenzuela, se juegan como “un volado” su persistencia o la extinción total.
La suerte está echada para la tribu del otrora poderoso “Chilorio Power”, en el cual inicialmente figuraban personajes de la región como: David Epifanio López Gutiérrez, Heriberto Manuel Galindo Quiñonez, Héctor Lie Verduzco, Pascual Cervantes y Héctor Morales, entre otros en el estado.
Para nuestro análisis y estudio que hoy presentamos, nos referiremos básicamente a los dos primeros, a quienes de manera directa se les adjudica como tributo de sus fueros, la candidatura por el PRI a la alcaldía en Salvador Alvarado otra vez para Cárdenas Valenzuela.
Cabe destacar que con la llegada de Mario Zamora Gastélum como candidato de la coalición opositora PRI, PAN y PRD a la gubernatura del Estado; Heriberto Galindo recobró vigencia política, luego de un largo auto exilio en Vancouver, Canada, tomando protesta recientemente como senador de la República por ser suplente del ahora abanderado tricolor.
Por su parte, a David López “El Pecuni”, además de su participación en el área de comunicación social con el ex gobernador sinaloense Renato Vega Alvarado, asimismo, de Enrique Peña Nieto tanto en su sexenio como gobernador por el Estado de México, así como en la
presidencia de la República, se le acredita en parte, la llegada de Quirino Ordaz Coppel como candidato, y a la postre gobernador del Estado de Sinaloa por el PRI.
Al grupo de “El Chilorio Power” se le ubica también como lineales, y por ende, aliados del longevo y extinto grupo político guamuchilense “Los Tecolotes”, dentro del que figuraban los expresidentes municipales: Florentino Camacho Rivera (+), Efrén Gallardo Fuentes, José Regino López Acosta, así también, el empresario Bulmaro Nishimoto Bojórquez y Ernesto Ortiz (+), este último padre del finado ex alcalde Carlo Mario Ortiz Sánchez.
Entonces, excluyendo las administraciones que ha ganado el PAN en la tierra de Pedro Infante, es decir las de: Roberto Gastélum Castro, Adolfo Rojo Montoya y del actual diputado, Gonzalo Camacho Angulo, el resto de alguna u otra forma han sido fraguadas por la clase política relacionadas a los grupos aquí expuestos.
Aunque haya quienes dicen y aseguran, que incluso los trienios locales panistas, también fueron avaladas en su momento por los gobernadores priístas en turno y arropadas por “Los Tecolotes” y “El Chilorio Power”, lo que suena más lógico, es que entre ellos mismos, no lograron el consenso y les comieron el mandado los albiazules. Tal vez el periodo de Gonzalo Camacho se sale de la regla, en virtud de que a partir de 2010, comportó una descomposición total la lealtad partidista.
Lo cierto en esta historia es, que como todo inicio tiene su final y el tema apunta a que la hegemonía y presencia de estos grupos políticos pudieran estar llegando a su final junto a los comicios del 6 de junio de 2021, al igual que los grupos nacionales con los que se fortalecieron por años como el “Grupo Atlacomulco” del Estado de México; liderado fundamentalmente por el ex presidente Enrique Peña Nieto, Alfredo del Mazo González y Emilio Chuayffet.
En resumen, la sociedad alvaradense solo así podrá entender, el por qué de las administraciones municipales de: Carlo Mario Ortiz, Liliana Cárdenas, Alfonso Inzunza, Jaime Irizar, Regino López, Efrén Gallardo, Florentino Camacho, solo por mencionar algunos, pero se incluyen prácticamente el resto emanados del partido tricolor.
En este momento a muchos extraña que con la sapiencia que tienen tanto David López, como
Heriberto Galindo en las lides diplomáticas y pese a la circunstancia tan adversa que se percibe para el PRI desde la llegada de Morena y AMLO al gobierno federal en 2018, hayan decidido jugarse en “un volado” su retiro y no de forma digna como debieran.
Sin duda, que una vez más pudiera demostrarse en el municipio que la soberbia y la ambición de poder son malos consejeros.
Atentos, que la moneda está en el aire y “El Chilorio Power” juega el volado…
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