Pese a los meses de encierro y la paralización del transporte por la pandemia, se han decomisado en lo que va del 2020 al menos 130 toneladas de droga, una cifra récord por encima de las 81 toneladas del año pasado e incluso las 110 toneladas incautadas durante el 2016.
Treinta de esas toneladas se decomisaron solamente en los puertos del país, principalmente en Guayaquil, Manta y Machala. Es necesario destacar que no solo la cifras de decomiso han crecido, el número de asesinatos también creció y muchos estarían relacionados con el tráfico de drogas.
Solo en las ultimas semanas dos guardias del puerto de Guayaquil han sido asesinados a tiros. El año pasado ocurrió algo similar: dos guardias murieron y un tercero quedo herido y terminó renunciando.
Pero, ¿cómo operan?
La Policía ha identificado en territorio nacional a emisarios de los carteles mexicanos, especialmente de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación.
Ellos abordan principalmente a los habitantes de provincias fronterizas. Son personas muy necesitadas que son usadas por las organizaciones para el transporte de la mercancía (arman doble fondos en los camiones que cruzan la frontera norte con productos).
Ya en Ecuador no se han identificado cabecillas claras, pero sí hay pequeños grupos dedicados al acopio y posterior envío de la droga.
El 95% de la droga que ingresa al Ecuador proviene de Colombia. Y el 5% de Perú. Los grupos delictivos la transportan hasta territorio nacional a través de dos vías: aérea y terrestre. Pero, ante el cierre de las fronteras por la pandemia, la primera opción se ha vuelto la más utilizada.
Por esta razón, la Policía ha detectado durante el 2020 al menos ocho pistas clandestinas en las que aterrizan narcoavionetas.
Estas millonarias infraestructuras que requieren el uso de maquinaria para su aplanamiento se ha encontrado en Manabí, Guayas, El Oro y hasta en Santa Elena.
En un finca de Montecristi se dio uno los mayores decomisos del año el pasado 27 de agosto. Se pudo hallar encaletadas más de tres toneladas de cocaína. El predio contaba con una pista.
El segundo mayor decomiso en Manabí se dio el 24 de septiembre. Al menos 1,8 toneladas de cocaína se halló en una empresa de mariscos ubicada en la comunidad Bajo de Afuera y también encaletada en los patios de este lugar intervenido por la policía.
El tercer mayor decomiso el 3 de octubre se dio tras la detención de un tráiler que llevaba un cargamento de atún que salió, -peor que luego se desvió en su ruta-, desde una empresa empacadora de este producto, ubicada en la parroquia Colorado.
En total fue una tonelada de clorhidrato de cocaína que iba mezclada en 8.688 latas de atún que pretendían ser llevadas a Bélgica.
Hasta el miércoles 24, en Manabí se han decomisado unas 15,3 toneladas de droga que supera a las 5,9 toneladas decomisadas en esta provincia el año pasado.
Solo en la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón) este año se incautaron 36 toneladas de drogas, mientras que el año pasado lo decomisado no superaba las 15 toneladas. En la provincia de El Oro la historia es similar. La cifra de decomisos también se duplicó.
La Policía destaca que hay que diferenciar el tráfico internacional de droga del tráfico para el consumo interno.
Este último ha generado violencia porque se disputan territorio, especialmente, en el sur de Guayaquil y en Durán, sectores que fueron intervenidos este año por la elevada cifra de asesinatos y donde se han desarticulado decenas de bandas.
Una de las bandas más importantes que se logró poner tras las rejas fue la denominada Choner Killer, un brazo armado de Los Choneros, que según investigaciones policiales, sería responsable de al menos ocho asesinatos en la Zona 8. En esa organización se detuvo a 16 personas, algunos menores. (I)
