Guamúchil, Sinaloa.- Con la intención de erradicar las plagas que se desarrollan en los cultivos de la región del Évora y atender el llamado de reducir el uso de agroquímicos, el laboratorio de insectos benéficos que construyó la Junta Local de Sanidad Vegetal del Valle del Évora ya se encuentra produciendo estos insectos benéficos en lo que es la primera etapa, aplicándolos en algunos cultivos.
Mario Urías Cuadras presidente de la Junta de Sanidad y principal promotor para construir este laboratorio para beneficio de los productores de la región, mencionó que se está produciendo el insecto llamado crisopa, el cual será utilizado para acabar con los insectos plaga como el pulgón amarillo y la mosquita blanca, en el cual se lleva un gran avance ya que estos insectos depredadores están siendo muy solicitados al ser regulados los residuos tóxicos en algunos cultivos especificamente de hortalizas.
“Ya tenemos alrededor de 20 días produciendo huevos de insectos para liberar al campo, empezamos primero con una primera etapa de tratar de producir de 4 a 5 litros que es la medida de huevos al mes, creo que vamos en un buen desarrollo de esta primera etapa y queremos lograr el año que viene queremos ampliar el laboratorio este para producir más insectos de los que ocupamos en nuestra región y poder surtir a otras partes del estado”, mencionó Urías Cuadras.
Urías Cuadras indicó que estos insectos ya se están utilizando en algunos cultivos de frijol, analizando ellos como junta el actuar de estos insectos sobre los insectos plaga de los cultivos.
Puntualizó que la Junta de Sanidad Vegetal está regalando estas primeras dosis y conscientizando a los productores para su aplicación en sus cultivos y se den cuenta que estos insectos son viables para la eliminación de las plagas, y ya en su momento cuando se den cuenta que es viable este metodo, solo se les cobrará el costo de producción de los insectos.
Mario Urías mencionó las grandes ventajas de utilizar estos insectos benéficos en la eliminación de las plagas en los cultivos en comparación con los agroquímicos, tanto en el costo como en la salud, ya que se requieren 2 mililitros por hectárea con dos aplicaciones, con un costo de 120 pesos, mientras que las dos apicaciones de agroquímicos asciende a un costo de entre 800 y mil pesos por hectárea, además de la contaminación al medio ambiente y el riesgo del contacto del productor con los mismos agroquímicos.
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