Como todos sabemos el pasado uno de octubre con la instalación en acto solemne de la Sexagésima Cuarta Legislatura del Congreso del Estado, dio arranque el primer periodo ordinario de sesiones correspondiente a su primer año de ejercicio constitucional.
De entrada, la 64 legislatura está denomina como “histórica”, en sentido de que por vez primera acontece tan peculiar suceso en nuestro estado, conformándose un cuerpo legislativo con más mujeres que hombres: 23 diputadas mujeres, equivalente al 57.5 por ciento y 17 diputados hombres, igual al 42.5 por ciento.
El importante y trascendental evento conjuntó a los tres poderes, por cierto, calificado con una asistencia de lujo. Contó con la presencia del poder ejecutivo en la persona del actual gobernador, Quirino Ordaz Coppel; del Poder Judicial, el magistrado presidente del Supremo Tribunal de Justicia Ricardo López Chávez. Asimismo, quien no podría faltar y que fue visto como una de las más fortalecedoras presencias para los nuevos inquilinos del parlamento; la asistencia en primera fila, de quien gobernará Sinaloa a partir del primero de noviembre: el doctor Rubén Rocha Moya.
Sin duda, algo de lo más relevante de la sesión uno, fue la elección e instalación de la Mesa Directiva que funcionará durante el primer año de ejercicio constitucional, y que, de acuerdo a la ley orgánica de la Cámara, quedó debidamente integrada por: un Presidente, dos Vice-Presidentes, dos Secretarios y dos Pro-Secretarios.
Como lo adelantamos, la estafeta como presidente la recibió el diputado Gene René Bojórquez Ruiz del PAS, hombre en todos los ánimos del dirigente Héctor Melesio Cuén Ojeda. En la Vicepresidencia: Juana Minerva Vázquez González de Morena, y del PRI, Feliciano Valle Sandoval. Como Secretarias: Nela Rosiely Sánchez Sánchez de Morena, y del PRI, Deisy Judith Ayala Valenzuela. En la figura de Pro-Secretarios: Pedro Alonso Villegas Lobo de Morena, y del PAN; Giovanna Morachis Paperini.
Como lo hemos venido afirmando de tiempo atrás, dos de los perfiles más sobresalientes de la legislatura se empiezan a consolidar dándole de arranque lustre a su figura: por un lado, el presidente de la JUCOPO; Feliciano Castro Meléndrez, y por otro, el guamuchilense; Ambrocio Chávez Chávez.
Fue precisamente, este último, Chávez Chávez, quien a decir de muchos, inició con el pie derecho su gestión, atrayendo los reflectores al ser comisionado y responsable de proponer la planilla para la conformación de la Mesa Directiva. Amén, que tanto Melendrez como Chávez, por mucho fueron los más asediados por diferentes medios locales y estatales.
Como secreto a voces trascendió que muchas fueron las manifestaciones que dan de inicio al dúo varonil (benditos entre las mujeres) del Congreso, el estatus de los representantes más cercanos en la operación política y afectos personales del todavía gobernador electo Rubén Rocha. Cierto, son las primeras señales, pero recordemos que en política todo cuenta.
Por otro lado, quien se envestirá como gobernador constitucional del Estado de Sinaloa en unas semanas —Rocha—, mencionó que sostendrá una relación respetuosa y productiva con el nuevo Poder Legislativo que contribuya al desarrollo.
Así también adelantó que en breve anunciará una serie de iniciativas que enviará al Congreso para que los parlamentarios sinaloenses resuelvan “más libres que nunca”, donde trasciende la creación de la Secretaría de la Mujer. La apuesta en este asunto, es que será una iniciativa vista con muy buenos ojos, sobre manera, en una legislatura donde predomina el género femenino.
La invitación es a estar atentos, dado que esta misma semana pudieran quedar definidas en su totalidad la asignación de cada una de las Comisiones temáticas, y en la próxima, ser votadas para su asignación oficial, donde por razones obvias la balanza pudiera recargarse a las mujeres.
Así que, con estos y otros trabajos como la discusión y asignación del presupuesto para el año siguiente, veremos en breve quiénes más empiezan a brillar con luz propia desde el Poder Legislativo local, que en un futuro les pudiera valer para ser recompensados con una nueva oportunidad, ya sea para la reelección o acrecentar su carrera política en otra demarcación.
A esperar…todo al tiempo.
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