Para conocer el contexto global de lo que es la crisis hídrica en el planeta y cómo es que funciona y está distribuida, Humberto Gurrola, doctor en Recursos Acuáticos, explicó que el total de agua que disponemos en la ecosfera es de alrededor de mil 386 millones de kilómetros cúbicos de agua, donde un 97 por ciento está en los océanos y solo el 3 por ciento de está es agua dulce, representando 41. 6 millones de kilómetros cúbicos de este elemento.
De esa cantidad de agua dulce, el investigador de la Facultad de Biología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), dijo que el 69 por ciento se encuentra congelada en glaciares y el 30 por ciento restante en acuíferos subterráneos a una profundidad que difícilmente puede ser aprovechada; así que solo el uno por ciento está accesible para uso humano.
“Que representa poco menos de medio millón de kilómetros cúbicos, para ser exactos 416 mil kilómetros cúbicos que los podemos encontrar disponibles en lagos, ríos, lagunas, en el suelo, plantas y eso es lo que tenemos a nivel global”, detalló.
Ahora bien, en México, con una precipitación media de 770 milímetros de lluvia, que representa alrededor de mil 570 kilómetros cúbicos de agua al año, se tiene un balance hídrico de disponibilidad de agua aparentemente suficiente.
“Del cual solo el 26 por ciento se encuentra en escurrimientos, lagos y ríos, representando 410 kilómetros cúbicos y, de ese 100 por ciento, es decir mil 570, el 2. 5 por ciento, que son 40 kilómetros cúbicos, es la recarga a los mantos acuíferos y el resto lo tenemos volando en la atmósfera, en el ciclo del agua que conocemos”, detalló.
En ese contexto, dijo que aparentemente México tiene buena cantidad de agua, sin embargo, por su posición latitudinal casi el 70 por ciento del territorio nacional es árido y semiárido, lo que significa que en esa área hay pocas precipitaciones, con un periodo muy marcado de sequía, donde la lluvia cae, añadió, de junio a octubre y el resto del año no, lo que da una perspectiva de escasez de agua en todo este periodo.
Ante este escenario para Sinaloa, la escasez de agua significa tener una problemática continua, pero afortunadamente por su posición geográfica y sus características fisiográficas que presenta un gradiente altitudinal que va desde el nivel del mar hasta casi los tres mil metros, permite captar toda el agua que cae en la parte de arriba y almacenarla en las presas que están por debajo de los 500 metros sobre el nivel del mar, lo que nos da una disponibilidad de agua que nos ayuda tener una industria agrícola y ganadera en auge.
Sin embargo, ante esta explicación, recordó que, en nuestra entidad, por ubicarse en el norte de México, la sequía y escasez de agua, es el panorama que más se acentúa. Es por ello que es responsabilidad de gobierno y sociedad su manejo y administración adecuada, para que no vuelva a suceder el desecamiento del 90% de los vasos de las presas, como lo presenciamos este año. Lo que ocasiona grandes impactos ambientales en estos ecosistemas acuáticos, ríos y arroyos que dependen de un caudal ecológico necesario para mantener sus componentes, sus procesos y servicios ecosistémicos.
