CIUDAD DE MÉXICO.- Los abogados de Joaquín, El Chapo, Guzmán, han emitido un nuevo documento dirigido a las autoridades de la Fiscalía Federal del Distrito Este de Nueva York, en el que se quejan de las excesivas medidas de seguridad a que está siendo sometido el acusado en su afán de cuidar que no escape; pero las situaciones descritas parecen rozar ya argumentos más propios de una película de Hollywood.
Un documento presentado por Federal Defenders of New York —los abogados del sinaloense— pone en evidencia que el Buró Federal de Prisiones (BOP) teme que Guzmán pueda arruinar parte de las tuberías y así provocar una inundación en la cárcel.
No parece realista la posibilidad de que el señor Guzmán o cualquier otra persona pueda dañar dicho sistema”, dice Michael Schneider, abogado de oficio del narcotraficante mexicano, quien explica que esas tuberías están situadas a dos metros del suelo y que los tubos de acero tienen un grosor considerable.
En el documento dirigido al juez y fechado el pasado 15 de septiembre, los abogados de El Chapo solicitan una serie de cambios para sus encuentros, que actualmente se llevan a cabo en un pequeño cubículo de metal con un vidrio blindado, lo que se ha vuelto tortuoso, según sus dichos.
Estos encuentros se realizan en la Unidad de Vivienda Especial número 10 localizada al sur de la prisión.
Hasta el momento a la defensa le es imposible pasarle algún documento, y cuando hay que mostrárselos lo hacen pegándolos a la ventana. “Es un proceso excesivamente lento y frustrante”.
Actualmente las autoridades han adaptado un pequeño carrito con una bocina para que pueda hablar con sus abogados, ya que el vidrio imposibilitaba que se escuchen claramente ambas partes.
Desde que Joaquín Guzmán fue extraditado a Estados Unidos —hace ya 9 meses—, el gobierno de ese país ha manifestado, en varias ocasiones, distintos temores, por eso se mantiene un extremo cuidado en su custodia; por ejemplo, en un principio el Juez federal sugirió que las audiencias del narco se realizaran por video llamada.
Después, la fiscalía aseguró que si Guzmán recibía visitas, podría pedir a través de ellos que asesinaran a los testigos que vivían en México.
Durante el proceso judicial el Buró Federal de Prisiones (BOP) ha argumentado que las condiciones de reclusión de Guzmán no son inhumanas y obedecen a la necesidad de evitar que el capo intente escapar de prisión, como lo hizo en dos ocasiones en México.
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