En busca de llegar a Estados Unidos, migrantes son captados por grupos dedicados al tráfico de personas para que funjan como guías de los grupos en movilidad de los que forman parte, incluso a algunos les cobran el cruce de la frontera con trabajo dentro de aquel país o los “cargan” con drogas que deben ingresar por el desierto, de acuerdo con organizaciones sociales y autoridades migratorias.
“Muchas personas migrantes objeto del tráfico ilícito de personas migrantes (TIM) son captadas por estas redes para que funjan de guías de los grupos de los cuales son parte. Así las redes e individuos participantes se exponen a menos riesgos de ser incautados”, reveló el informe Perfiles y modos de operación de personas facilitadoras del tráfico ilícito de migrantes en América Central, México y República Dominicana, realizado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
Estos grupos captan a las personas migrantes a través de diferentes tipos de operaciones. Existen principalmente tres modalidades identificadas: de manera presencial, mediante referencia de familiares y conocidos, y mediante las tecnologías de información y comunicación, incluyendo redes sociales (Tecnologías de la Información y Comunicación).
Las organizaciones internacionales destacan también que en la frontera norte de México se han documentado casos en los cuales las personas migrantes que son objeto del tráfico ilícito son coaccionadas por individuos afiliados a cárteles mexicanos para transportar drogas como parte de su pago.
De acuerdo con las autoridades de Estados Unidos, esta es una forma común de trabajar por los grupos delictivos que operan a través del Sector Big Bend, en el cual se encuentran el Valle de Juárez y el desierto de Ojinaga, en donde visten a los migrantes con trajes tipo camuflaje y los cargan con costales de droga, generalmente mariguana, como pago por el cruce en la frontera.
En El Paso, la Patrulla Fronteriza también ha encontrado a migrantes de origen venezolano, encargados de trasladar a otros extranjeros irregulares dentro de la ciudad, como pago al “coyote” por haberlos ingresado de manera irregular al país.
Generalmente estos migrantes no conocen el modus operandi del grupo delictivo, sólo se dedican a trasladar a otros migrantes a las casas de seguridad, evitando que los integrantes de los TIM corran el peligro de ser detenidos.
