Una vez más se confirma lo que pocos dicen pero muchos saben, el sostenimiento en la cumbre de la popularidad e intención de voto del senador con licencia, Rubén Rocha Moya; no es transitorio, sino por el contrario, es resultado sólido del trabajo, constancia y permanencia de una lucha de años que no podrán tumbar de golpe como pretenden.
Tampoco es obra de la casualidad, la idea de estirar los tiempos hasta el final, para realizar junto con los registros ante el CEES; los destapes de aspirantes a las presidencias municipales y diputaciones locales.
Con esto, Morena, sin duda que se evita pagar doblemente los costos; en un primer momento, al develar a sus abanderados, seguro es que 9 de cada 10 medios pagados por el Gobierno del Estado los cuestionarían tomando como móvil la intriga y el chantaje para propiciar la rebelión o en su lado más benévolo maximizarlas. En un segundo, que los vuelvan a golpear al arranque del proceso en la etapa de campañas.
En el búnker Morena-PAS, también evitan que los que no salgan favorecidos, no figuren en contra siglados por otras plataformas que están a la espera de damnificados. Así también se tendrá espacio para efectuar la llamada operación cicatriz, en función de que los registros vencen el 21, pero las campañas inician hasta el 4 de abril.
En relación a la visita presidencial, vale la pena destacar que para los voceros oficiales del gobierno que encabeza Quirino Ordaz Coppel, no les quedaron claras las señales a las que estaban acostumbrados en sexenios pasados, por lo que, no queda más que especular. Por supuesto, con el sesgo tendencioso que más les favorece. ¿O no?
No obstante lo anterior, si queda de manifiesto —lo saben, pero no lo dicen—, que a partir de la visita del presidente López Obrador al estado; todos los que perennemente han estado en contra de su proyecto de nación empezarán a ver su suerte, ahí está el surgimiento del reportaje del diario español “El País” que menciona a inversionistas emblemáticos del PRI en la banca de Andorra donde figura el ex gobernador Juan S. Millán Lizárraga.
Contrario a lo que se dice (todo es especulativo, por no haber señales claras) sobre el encuentro del pasado vienes y sábado entre el presidente López Obrador y el gobernador Quirino Ordaz, creemos que la instrucción es clara, precisa y determinante: el poder federal viene por las 7 diputaciones federales a como dé lugar y por la gubernatura de Sinaloa.
La lógica nos dice que es más fácil pensar que el ejecutivo mexicano solo ha dejado constancia y señales político electorales públicas en su visita en estados donde se tienen gobernadores opositores radicales, casos diametralmente contrarios al de Sinaloa, donde además de tener un mandatario “colaborador”, se tiene a menos de 90 días de la elección un claro puntero en las preferencias, por cierto, mismo que el jefe supremo avaló para que encabece el nuevo gobierno en Sinaloa: 2021-2027.
Más claro ni el agua. Muy pendientes, que los siguientes golpes se elaboraran con fina confección, pero de contundencia letal que harán añicos tanta mentira sembrada.
El asunto se pone demasiado interesante: «y la revancha; apenas inicia…».
*Firme por el 13.-* Nos comentan que una nueva promesa política empieza a brillar por Movimiento Ciudadano, que a su vez, está convertido en el favorito por el distrito 13 en la diputación local por Culiacán, nos referimos al joven maestro Ivanjov Valenzuela Pérez, quien en recorridos ha sido ampliamente arropado por sus futuros representados.
Recordemos que Valenzuela Pérez es reconocido como ejemplo joven de «Tierra Blanca» con una gran trayectoria como gestor de apoyos para los sectores más vulnerables de la capital, así como de sus colonias populares, abarcando desde la niñez, la juventud y adultos mayores.
Atentos con él, que se perfila para figurar en el tablero de ganadores del 2021.
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