En la audiencia en la que el “Chapo” fue sentenciado a cadena perpetua y 30 años más en una prisión de Estados Unidos se escuchó un último testimonio. “Señor Guzmán, como pido perdón, yo lo perdono y espero que usted pueda perdonarme” dijo Andrea Vélez, quien alguna vez trabajó para el capo.
Joaquín Guzmán Loera y le mujer alta, delgada y de cabello castaño trabajaron juntos en un proyecto para hacer una película sobre la vida del integrante del Cártel de Sinaloa. Cuando Andrea Vélez Fernández contó cómo traicionó al narcotraficante al cooperar con el FBI, el capo la miro serio durante algunos segundos.
A pesar de la simpatía que surgió entre ambos, el narcotraficante ofreció un millón de dólares a una pandilla de motociclistas conocida como Hells Angels para que la mataran en Canadá. “Soy un milagro de dios porque el señor Guzmán intentó matarme”, agregó.
¿Quién es Andrea Vélez?
La periodista Laura Bonilla cuenta para la agencia AFP que Andrea Vélez fue inculpada en mayo de 2012 en Estados Unidos por el delito de narcotráfico, pero fue hasta septiembre de ese año cuando la Agencia Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) la contactó en Colombia para que trabajara como informante. El FBI la recompensó con 290 mil dólares y no enviarla a prisión.
Cuando su vida estuvo en riesgo en 2013, fue trasladada a Estados Unidos y le dieron una visa especial. Actualmente está en un programa de protección a testigos y tiene una nueva identidad.
Andrea Vélez se convirtió en secretaria y confidente de Alex Cifuentes, un narcotraficante colombiano y socio del “Chapo”. También tuvo una agencia de modelos en la CDMX, empresa fachada para ocultar una red de prostitución que presentaba mujeres a militares mexicanos en fiestas que se realizaban los miércoles, todo pagado con dinero de Guzmán Loera.
Vélez habría sido la mujer que ofrecido a un general mexicano 10 millones de dólares para que dejara de perseguir al Chapo.
Cifuentes y Guzmán Loera planearon matar a Vélez, se señaló durante el juicio de más de tres meses. Pero el día en el que el capo colombiano se reuniría con el líder de los Hells Angels -en noviembre de 2013-, fue capturado y encarcelado.
En la última audiencia del juicio contra “el Chapo”, Vélez comparó su caso con el de aquellas personas que padecen el síndrome de Estocolmo, toda vez que sus amigos se convirtieron en sus captores. “Me recordaron que si me iba solo podía hacerlo en una bolsa de plástico y con los pies para adelante”, dijo Andrea.
Con información de Sdpnoticias
Mantente informado en nuestras redes sociales.
