Antes de las ocho de la noche, Adán Cortés Salas, el joven mexicano expulsado de Noruega tras manifestarse por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa durante la ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz, salió por la puerta de llegadas internacionales de la Terminal Uno del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, procedente de Fráncfort, Alemania, en el vuelo con número LH 498 de Lufthansa.
Además de un nutrido grupo de familiares, entre sus padres, hermano, tías y primos, a quienes abrazó de inmediato, algunos jóvenes recibieron al estudiante de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México entre aplausos, goyas y gritos de ¡No estás solo!
y ¡Ayotzinapa somos todos!
Otros cargaban pancartas y lonas que decía ¡El peor crimen es el silencio, no seas cómplice!
y ¡Bienvenido, Adán, te amamos
Con la llegada de Cortés Salas concluyó un largo día que empezó muy temprano, cuando fue expulsado de Oslo, Noruega. Ahí abordó un vuelo con destino a Fráncfort, donde hizo conexión para viajar a la ciudad de México.
Costal de chingaderas
Sostuvo que no irrumpió en la ceremonia con el afán de protagonismo. “No estoy haciendo esto para ganar ninguna fama. Yo lo que quiero es mantener, seguir expresando mi opinión, que comparto con muchos, acerca de todas las injusticias que se viven en México.
Si pedí asilo político en Noruega es porque sabemos cómo son las cosas en México y cómo se resuelven. Estaba preocupado por mi seguridad, pero al ver esta respuesta me siento tranquilo, me siento seguro, y espero seguir con la misma fuerza y valentía con la que me paré durante la ceremonia del Premio Nobel. Seguiré adelante con mi familia e ideales para buscar un cambio en mi país.
Aseguró que el trato que recibió en Noruega fue muy bueno; sin embargo, se sintió ofendido
porque su petición de asilo político fue rechazada por ese país.
Aseguró que Ayotzinapa fue la gota que derramó el vaso, pero como mexicanos debemos estar conscientes de toda la historia y todo lo que se ha venido integrando en este costal, disculpen la palabra, en este costal de chingaderas que traemos en el gobierno
.
Añadió que en su momento hará llegar una palabras al presidente Enrique Peña Nieto y que continuará con sus estudios.
Minutos antes Adán Cortés padre y Mónica Salas, madre del universitario, dijeron que su hijo levantó la cara por mucha gente
de México y sólo desean verlo y abrazarlo. Ha sido muy claro con sus declaraciones, siempre lo dijo; lo importante no somos nosotros, es el país
, aseguró su papá.
Fuente: La Jornada